miércoles, 17 de julio de 2013

El Rey de la Habana - Pedro Juan Gutiérrez



Otra vez por estos lares. Hoy para traer y compartir algo completamente diferente a lo anterior, así es amigos, nos alejamos del barroco español, nos escapamos del las tierras antiguas y nos venimos para este
lado, para las tierras Fértiles donde todos es verdor, sexo y violencia. Por lo menos así es con el autor y el libro que les comparto: El rey de la Habana de Pedro Juan Gutiérrez.
Tal vez no lo conozcan (no creo) o solo lo hayan sentido nombrar como el “Bukowski” latinoamericano. A mí no me lo parece, solo comparte con el yanqui el estilo de escritura, la forma “estética” con que presenta su obra: el realismo sucio. Fuera de ello no hay puntos en común.
De hecho, para establecer ideas en vuestras cabezas y para que tengan noción de qué van a leer si leen a este muchacho; lo voy a ir contrastando con Bukowski (porque seguro que sí lo leyeron, y si no, pues que hay que hacerlo porque es un clásico del siglo XX). Bien, aclarado el modus operandi lo vamos a exponer.
1.       A diferencia del ilustre norteamericano, Gutiérrez usa (por lo menos en esta novela que es lo único que he leído de él) un narrador en tercera persona. Gran acierto porque eso lo sitúa en una relación de distancia respecto a lo narrado, por ende nos deja una sensación de objetividad que da más realismo a lo narrado.
2.       En Gutiérrez no encontramos esa pavorosa desidia bukowskiana ante la vida mis amigos, para nada. Aunque los temas son crudos, duros y brutales; está narrado con un tono tan sencillo y ameno que la prosa fluye como río desbocado.
3.       Lo más importante, a Gutiérrez lo vamos a leer en su idioma, es decir, estamos leyendo lo que él escribió. No como Bukowski que nos llega por traducciones majaderas y de tono español insoportable. Y no es que no me guste el español, pero sí cuando no es el idioma de origen. Lo mismo siento respecto al cine: en su idioma original o no veo la peli, qué joder.
 Bien mis estimados cófrades de la lectura, acá les dejo tamaña obra de la contemporaneidad cubana, de la misma sangre y del mismo barro que nosotros amigos. Disfruten de El Rey de la Habana.

Lope de Vega - El castigo sin venganza (1631)



Buenas noches mis cultos y ocultos amigos. Hoy vuelvo a traerles literatura. Esta vez un clásico: El castigo
sin venganza del lujurioso de Lope de Vega. Así es mis amigos, lo tildo de lujurioso porque así dicen que era. Cuenta la historia que se volteó un toco de chicas. Aspecto que le envidio tanto como el éxito que lo cobijó desde joven (porque tenía talento, claro) y no lo abandonó hasta que se murió. Porque justo es decir también que Lope de Vega fue presa del olvido más atroz y justo que merecen algunos: el de quedar estrictamente ceñido a su época. Hoy por hoy su obra es un excelente ejemplo del siglo de oro español. Gran mérito, por cierto pero gran frustración para quien busca la eternidad. No sé si así habrá sido para el poeta, yo no lo conocí más que por mi educación universitaria y la lectura canónica que impele y demarca mi itinerario lector.
Bien, me fui al carajo y no era lo que quería. Sí decir que este libro es una obra de teatro en verso, ceñida al estilo lopezco que versa sobre el tema de la traición. Está dividida en tres actos a saber mis amigos: 1 – presentación de personajes y conflictos, 2 la traición lujuriosa e impúdica de la mujer y el amigo del protagonista (¡puta que es feo que te pase algo así!) y 3 el justo y merecido castigo por adúlteros.
Acá se los dejo: El castigo sin venganza.