viernes, 28 de febrero de 2014

Raymond Carver - Short Cuts

Ramond Carver es un escritor del que he leído solo lo que les comparto hoy. Raymond Carver es un escritor del que he escuchado bastante por parte de mi amigo, hermano y confidente Perro Verde. Raymod
Carver es un escritor del que mi amigo me dijo que sería, según creía él conociendo mis afinidades por lo desprolijo y callejero; “mi escritor”. Raymond Carver es un escritor al que apenas me estoy acercando y que, si bien no sé si será mi escritor, sí puedo afirmar que me ha agitado bien mucho el jopo con los cuentos de Short Cuts, benemérita obra que hoy les comparto.
Ya sé, es bastante opaco y gris mi forma de expresar pero bueno, tampoco se puede ser siempre grandilocuente y hacer aspavientos por todo porque, en definitiva, cuando hago una crítica parece que todo es magnífico, genial y excelente. Y no siempre es así.  Con esto no quiero desdecirme o preparar el terreno para una mala crítica porque Raymond Carver no será “mi escritor” pero la pone. Y bien adentro como a mí me gusta. Así nomás lo digo.
Bien, vamos a chusmear un poco, solo un poco porque no me sale muy bien y soy bastante bodoque para contar. Además, no tengo ganas. Lo que sí me interesa charlar es sobre la polémica respecto al “ESTILO” de Carver. ¿La conocés?
Raymond Carver era un maldito perdedor que de a ratos escribía pero siempre bebía. Pero a principio de los ´80, fue descubierto por Gordon Lish, un editor que algo vio en este regordete de cara pálida y hábitos destructivos. Entonces lo publicó. Para Carver era una muy buena oportunidad y ni dudó en aceptar algunos cambios (tal vez alguno de ustedes, caretas de literatura alterna, se escandalizarán y no querrán leer más de Carver o, más fácil, me negarán) que, a la postre, dio a Carver fama, dinero y reconocimiento internacional. Tanto es así que se puso de moda.
Y por qué tanta mala vibra con Lish, entonces, querido; me digo mientras tomo cerveza y fumo un porro; porque fue él quien – según la biografía de Carver escrita por Tess Gallagher, su segunda esposa -  retocó tanto los relatos de Carver (principalmente los aparecidos en “¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?”) que deformó su estilo. Tanto es así, dice Gallagher, que los textos perdieron su esencia. No obstante, según la crítica – y he aquí la paradoja – son los retoques de Lish los que dieron al estilo de Carver el matiz de minimalismo que tanto se le ha festejado y reconocido como gran mérito.  
Mi héroe favorito Stephen King dice que es verdad, que el puto de Gordon Lish cagó la escencia de Carver. Acá el artículo.
Por otro lado, un periodistucho de La Nación, no sin sesudo análisis; dice que Stephen King es un deslenguado, que los textos de Carver quedaron mejor gracias a la intervención de Lish. Que el hermoso jardín de dones literarios que Carver es no pudo haber tenido mejor jardinero. Acá lo podés leer, pibe.   

Yo no sé qué pensar porque solo he leído Short Cuts.